Como nunca antes la sociedad se enfrenta a grandes retos relacionados con la complejidad de cuestiones como el cambio climático, la sostenibilidad, los desafíos de las culturas democráticas, el bienestar de los ciudadanos y la justicia social. Todo ello obliga a las instituciones académicas y a las organizaciones a adaptar su estrategia, planificación y funcionamiento. El escenario social actual demanda cambios importantes en muchos niveles organizacionales entre los que se encuentran: nuevas competencias socioemocionales valoradas en los agentes implicados en las instituciones académicas y la empresa, políticas empresariales, dirección y gestión de los recursos humanos y de equipos, valores institucionales y personales, etc. Precisamente ante un panorama de continua inestabilidad, las organizaciones que proactivamente mantienen una estrategia de cuidado de sus personas son las que tienen más posibilidades, no sólo de soportar una situación de crisis, sino de salir fortalecidas de ella. Por tanto, diseñar, aplicar y mantener una política de gestión de personas basada en el bienestar y la salud no sólo se ha convertido en un objetivo de organismos internacionales y políticos para mejorar la calidad de vida de la sociedad, sino que además emerge como una estrategia efectiva para la adaptación y el buen funcionamiento de instituciones como la universidad.
Desde los principios que guían el marco teórico de la Psicología Positiva, y en concreto, de su aplicación al ámbito educativo y de las organizaciones, se adopta un enfoque positivo del funcionamiento humano desde el que ofrecer respuestas a las demandas derivadas de los cambios que acontecen en las sociedades modernas. En este contexto actual, las formas de educar convencionales necesitan un cambio de marcos, culturas y mentalidades para construir un sólido proceso de colaboración basado en competencias de corte socioemocional necesarias para este siglo XXI.
Desde este marco de acción, el sistema educativo tiene un papel relevante a la hora de fomentar el compromiso cívico y la justicia social, favoreciendo que los estudiantes puedan convertirse en agentes activos del cambio. Cada competencia se construye a través de la combinación de habilidades cognitivas y prácticas, el conocimiento, la motivación, los valores, las actitudes, las emociones y otros componentes sociales y conductuales. En este proceso, las competencias socioemocionales resultan fundamentales, ya que predicen y promueven el bienestar, el éxito académico y los valores prosociales relacionados con el compromiso cívico y ético. Para alcanzar este propósito, el uso de metodologías digitales y pedagógicas innovadoras como la gamificación cobran especial relevancia en la actualidad. Tampoco podemos olvidar que los centros educativos son un contexto clave para fomentar el desarrollo de las inteligencias múltiples con el propósito de visibilizar y poner en valor la diversidad, contribuyendo a la formación de ciudadanos competentes en todas las esferas del ser humano.
Por último, cabe resaltar la responsabilidad por parte de las instituciones educativas y las organizaciones a la hora de contribuir favorablemente en la construcción de ambientes educativos, sociales y profesionales favorables, posibilitando los recursos apropiados que ayuden a promover competencias efectivas para responder a las demandas y retos que presenta la sociedad.
Este congreso nace de la necesidad de crear un espacio de debate que ayude a reflexionar sobre las competencias clave que se deben promoverse desde las instituciones académicas y las organizaciones. El objetivo es contribuir a adoptar un enfoque positivo del funcionamiento humano desde el que ofrecer respuestas a las demandas derivadas de los cambios que acontecen en las sociedades modernas en el momento histórico actual.
El encuentro se llevará a cabo los días 22 y 23 de febrero de 2024 de manera virtual y en diferido a través de esta plataforma para facilitar la participación de toda la comunidad educativa. Al mismo tiempo, se han programado una serie de sesiones plenarias presenciales de asistencia no obligatoria, que tendrán lugar en el campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza.
Se podrán presentar propuestas en español, inglés, portugués, italiano o francés (un idioma solo). Todas las comunicaciones defendidas por sus autores durante el desarrollo del congreso formarán parte de diferentes libros editados por Dykinson, Ediciones Egregius, editoriales de prestigio incluidas en el Índice SPI.
